Este 30 de diciembre, se festeja la fiesta de la Sagrada Familia, leyendo algunas páginas en la Web, encontré una que me gustó mucho, más que nada, porque nos ayuda a ver a José, a María y a Jesús como personas llenas del amor a Dios, pero personas como nosotros, con alegrías y pesares como los de muchos.
Por eso se las transcribo totalmente.
Nazaret, un modelo para las familias
(Toda familia esta obligada a vivir según las circunstancias políticas, económicas, laborales, etc., que le tocan)
Nota original de la Revista Sagrada Familia, escrita por P. Alejandro Illescas
Cuando yo entré al seminario en esta congregación de los Hijos de la Sagrada Familia, me preguntaba cómo podía la Sagrada Familia ser modelo para la familia actual, para la familia real, pues me parecía muy utópica la comparación. La verdad es que lo que yo conocía de la Sagrada Familia era sobre todo a través de devociones y estampas. Y la veía como veía entonces a los santos, conociendo su vida por el final, ya santos, e ignorando sus luchas diarias en la fe y en el amor, su gran parecido a nosotros.
Con el pasar de los años, he visto que a las familias les pasa lo mismo que a mí me pasaba, al ver a la Sagrada Familia, no son capaces de quitarle ese halo de santidad devocional. Y sólo si somos capaces de verla como familia en su realidad histórica, política, económica, laboral, etc., seremos capaces de verla humana, débil y por lo mismo un ejemplo más admirable aún.
A continuación pongo algunos ejemplos de circunstancias en la vida de la Sagrada Familia que nos pueden ayudar a verlos más cercanos.
Una familia que empieza con un embarazo no deseado con todo lo que significa de cambio de planes de boda, de chismorreo entre la gente…
José, después de la desilusión primera y de pensar en abandonar a su novia, asume la paternidad de un hijo que no es suyo y acepta parecer el “tonto” ante las miradas acusadoras de la gente. La ley le permitía apedrear a María, pero él, por amor a su mujer y al niño que viene, acepta ser el padre, no cuestiona, no aborta… no critica.
Un censo obligado cuando el hijo va a nacer y que obliga a que nazca en pobres circunstancias, sin hospital o parientes: debajo de un puente o en un cayuco(*)…
Emigración obligada por la situación política del país que hace peligrar la vida del hijo (Herodes lo quiere matar). ¿Cuántos José y María no llegan hoy en día huyendo en pateras (**) o a los campos de refugiados?
Inseguridad laboral dentro del propio país (al volver gobierna Arquelao) que obliga a dejar su región o estado: a dejar el país Vasco, o los estados donde están las FARC o la guerrilla… Obliga a dejar la ciudad, donde un carpintero tendría más seguridad laboral para mantener a su familia, y a trasladarse a vivir en un pueblo.
La angustia de perder a un hijo durante unas horas o días en un evento social con muchísima gente como puede ser una peregrinación a Jerusalén, o un partido de fútbol, o un centro comercial…
Tener un hijo algo “especial”… Siempre es difícil tener un hijo algo “especial”, con alguna discapacidad o super-capacidad…
La influencia negativa en nuestra identidad o barrio donde vivimos y que nos acompaña toda la vida con la gente que no nos conoce. “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” ¿O de Vallecas? ¿O del Bronx? ¿O de las villas miseria? ¿O de África? ¡Cuántas puertas no se cierran a mucha gente sólo por su procedencia…!
Muerte del cabeza de familia y repercusión en la vida familiar, afectiva, económicamente… ¿Cómo llegar ahora a fin de mes? ¿Cómo superar la sensación de soledad?
Inestabilidad laboral de los hijos, trabajar en lo que se pueda. Mc jobs… (Jesús refleja en sus parábolas que trabajó de campesino, pastor, obrero, etc.)
Asesinato injusto de un hijo, del único hijo aunque fuera ya mayor de edad. Y siendo testigo: María estaba de pie ante la cruz o cuando aquellos cabezas rapadas o escuadrones de la muerte…
José y María confían en Dios y en esa fe viven su matrimonio y su vida familiar con todos sus avatares. Se adaptan a las circunstancias que les presenta la vida y sin desesperar ponen sus vidas en manos de Dios, aunque no siempre lo entiendan. Los evangelistas resaltan que María conserva y medita en su corazón todo lo que pasaba, y que José escucha sus corazonadas o “sueños”. Pero María y José no sólo rezan y aceptan pasivamente lo que pasa, igual que todas las familias, ellos confían en que tarde o temprano se hará justicia a los débiles (el canto del Magnificat, que Lucas pone en labios de María, es un claro ejemplo de eso). Justicia política, laboral, económica… Y Jesús, ya mayor, se opondrá con la no-violencia a toda autoridad injusta (sea política o religiosa) que carga fardos pesados a las espaldas de la gente sencilla.
Termino. Espero haber podido convencer que la Sagrada Familia puede ser sin dudas, ejemplo e inspiración para las familias de hoy, y que también las familias de hoy pueden encarnar a Dios, como ellos, y ser sacramento de amor y fe para el mundo. Como decía una tarjeta de Navidad:
“La vida está a menudo llena de dificultades y problemas, el mirar a la Sagrada Familia no es garantía de que esos problemas desaparecerán, pero sí una ayuda para enfrentarlos con fe, como ellos, guiados por la confianza en Dios.”
(**)La patera es un tipo de bote abierto, esto es, sin cubierta, de escasa eslora, fondo plano, reducida obra muerta, construcción no demasiado robusta, por lo general de madera, que tiene diversos usos.
1 comentario:
Hola:
Vivo en el norte de México y el Padre Alejandro es mi hermano.
Ya había leído este escrito hace teimpo pero me pareció fantástico recordarlo y ponerlo en práctica. Estamos pasando, mi esposo, mi hijo y yo, por un momento muy difícil de adaptación en esta ciudad desértica lejos de lo nuestro, de lo conocido, de los nuestros, de lo verde. Y al pensar en María huyendo a Egipto me quedé agradecida de yo tener una casa a donde llegué, tener trabajo, tener una cuñada que está para lo que necesite... en fin, tengo que cambiar el enfoque y dar gracias en vez de quejarme porque no estoy donde quiero estar, pero estoy con mi esposo y mi hojo, estamos sanos y nos queremos.
Y también tengo que agradecer que el P Alejandro está de nuevo con nosotros en mi país, ya no está a 12 horas en avión, tan sólo está a 9 horas en coche.
Gracias.
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