Búsqueda del Cristo Joven
Impulsados por la fuerza del Espíritu Santo
Tomados de la mano de María
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Caminado juntos hacia el Padre
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Missing children
viernes, 11 de septiembre de 2009
No culpes a nadie (Pablo Neruda)
Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tú has hecho
lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte,
enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de
tus actos y prueba que tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro,
acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno
es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado,
así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quien no acepta situaciones, de quien
vivirá a pesar de todo, piensa menos en
tus problemas y más en tu trabajo y tus
problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser
más grande que el más grande de los
obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tu
mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida;
nunca pienses en la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.
Un bello poema sobre como cada uno forja su destino, y en ese destino puede o no incluir a Dios, es una desición personal y definitiva. Que Dios los bendiga
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