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miércoles, 28 de noviembre de 2007

Mallín 301 de chicos


Hoy a las 16 hs, comenzó el Mallín 301 de chicos, se está viviendo esta experiencia en la ciudad de Avellaneda, provincia de Santa Fe.

Son 12 chicos, 4 delegados y 3 predicadores, entre los que se encuentra el Padre Armando Faccioli.

El padre Armando, hace varios años que es predicador de mallines, muchos chicos que hoy tienen entre 25 y 30 años en este centro, hicieron su experiencia con él. Sabemos que su salud no es muy buena, pues ya no es tan joven, y que además todavía está con secuelas de un accidente que tubo el año pasado. Así que por eso y mucho más, estamos muy felices de que Dios nos haya regalado otro mallín predicado por él.

Gracias padre Armando y que Dios lo ilumine y le de la fortaleza para hacer de este 301, un mallín maravilloso y lleno de frutos.

A los chicos les deseamos una vivencia plena, un encuentro íntimo con Jesús y un salir a pescar 3 D para toda la vida.

Acá está la lista de los chicos que están ahora viviendo su mallín.

Avellaneda:

Federico Pereson

Guillermo Sponton

Yamil Romero

Lucas Caballeros

Reconquista:

Graciano Aguilar

Damián Feresin

Rolando (Roly)

Marcelo

Cristian Cucit

Posadas:

Edgardo (Tito) Rojas

Cristian Brunning

Gustavo Ramos

Delegados:

Emanuel Maidana

Damián Basabilbaso

Pablo Cian

Alesito Cabral

Predicadores:

Manuel Benvenutti

Nahuel Milessi

Padre Armando Faccioli

Los sacramentos

(3era Parte)

(de la página de ACI prensa –agencia católica de informaciones- )

La Unción de los enfermos

¿Qué es la Unción de los enfermos?

La Unción de los enfermos, llamada también Oleo santo, es el sacramento, administrado por el sacerdote, que confiere una gracia especial al cristiano aquejado de cualquier enfermedad grave o de la vejez.

¿Cuáles son las disposiciones requeridas para recibir dignamente este sacramento?

Para recibir dignamente la Unción de los enfermos es necesario estar en estado de gracia, confiar en la virtud del sacramento y en la divina misericordia, y finalmente abandonarse a la voluntad de Dios.

¿Es bueno recibir la Unción de los enfermos cuando se está todavía lúcido de mente?

Es sumamente recomendablemente recibir la Unción de los enfermos cuando se está todavía en la plena posesión de las propias facultades, porque este sacramento, como todos los otros sacramentos, aumenta la gracia en proporción a las buenas disposiciones y al fervor de quien lo recibe.

¿Cuáles son los efectos de la Unción de los enfermos?

En quien recibe con fe y devoción la Unción de los enfermos produce la unión con la pasión de Jesucristo, por el bien del enfermo y de toda la Iglesia, conforta y da la paz, concede el perdón de los pecados en el caso de que el enfermo no hubiese podido obtenerlo con el sacramento de la Penitencia, confiere también la salud del enfermo prepara para el eventual paso a la vida eterna.

¿Cómo se debe ejercer la caridad hacia las personas gravemente enfermas o ancianas?

La caridad cristiana requiere que no se tenga en cuenta solamente el cuerpo, sino también el alma. Quien asiste a los enfermos está por tanto obligado a obrar4 de tal manera que no les falten los consuelos de la fe a aquellos que se encuentran cercanos al momento que decidirá su salvación eterna.

El Matrimonio


¿Qué es el Matrimonio?

El Matrimonio es el sacramento instituido por Jesucristo que establece una unión santa e indisoluble entre el hombre y la mujer, dándoles la gracia de amarse fielmente y de educar cristianamente a sus hijos.

¿Qué se requiere para contraer válidamente el Matrimonio?

Para contraer válidamente el Matrimonio es necesario estar libres de eventuales impedimentos y manifestar libremente el propio consentimiento delante del asistente designado (habitualmente el párroco) y de dos testigos. Se necesita además estar suficientemente instruido sobre las verdades de la fe y de la moral, en particular sobre las que son las propiedades esenciales del matrimonio.

¿Cuáles son las propiedades esenciales del matrimonio?

Son la unidad, que excluye la poligamia; la indisolubilidad, que excluye el divorcio; y la apertura a la fecundidad, que excluye la voluntad de no engendrar.

¿Qué significa el hecho de que las tres características mencionadas son propiedades esenciales?

Significa que si uno no tiene intención de excluir la bigamia o la poligamia, o no está decidido a permanecer para siempre fiel a su cónyuge excluyendo el divorcio, o si no quiere de ninguna manera tener hijos, no contrae válidamente el matrimonio.

¿Qué se requiere para el matrimonio, además de válido, sea espiritualmente provechosos?

Se requieren que los contrayentes estén en estado de gracia y reciban el sacramento con fe y devoción.

¿La unión sexual es lícita sólo en el matrimonio?

Por ley divina y natural toda unión de tipo sexual es lícita solamente en el matrimonio legítimo entre hombre y mujer. Para los bautizados no existe ningún matrimonio válido que no sea también sacramento.

El Orden sagrado


¿Qué es el Orden sagrado?

El Orden sagrado es el sacramento, administrado por el obispo, que confiere los tres grados del ministerio jerárquico de la Iglesia, es decir, que consagra a los obispos, a los sacerdotes y a los diáconos.

¿Es necesario que en la Iglesia haya ministros ordenados?

Es absolutamente necesario, por explícita voluntad de su fundador, que en la Iglesia haya ministros ordenados, a través de los cuales el Señor resucitado continúa obrando la salvación en medio de nosotros. Si no hubiese obispos ni sacerdotes faltaría el sacramento de la confesión y permaneceríamos en nuestros pecados, no se celebraría la Santa Misa y no podríamos recibir la Eucaristía, por tanto, comprometida toda la existencia cristiana.

¿Cuáles son los deberes de los cristianos respecto a los ministros de la Iglesia?

Los cristianos deben a sus ministros sagrados respeto y obediencia, recordando las palabras de Jesús: "El que os escucha, me escucha a mí, el que os desprecia, me desprecia a mí" (Lc 10, 16).

¿Hay otros deberes respecto de la Iglesia?

Los cristianos deben proveer, según sus posibilidades y siguiendo las vías establecidas incluso por la ley civil, al sostenimiento económico de aquéllos que se dedican totalmente a nuestro bien espiritual.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Los sacramentos

(2da Parte)

La Eucaristía

¿Qué es el sacramento de la Eucaristía?

La Eucaristía es el sacramento que bajo las especies o apariencias del pan y del vino contiene realmente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo para alimento espiritual de las almas.

¿Qué efectos produce en nosotros la Santísima Eucaristía?

La Santísima Eucaristía conserva y acrecienta la gracia santificante, borra los pecados veniales y preserva de los mortales, nos une siempre más a Jesucristo, cabeza del Cuerpo místico, y a sus miembros, da consuelo espiritual, sostiene nuestras fuerzas a lo largo de la peregrinación de esta vida, nos hace desear la vida eterna y nos una ya a la Iglesia del cielo, a la Bienaventurada Virgen María y a todos los Santos.

¿Qué se requiere para recibir dignamente la sagrada Comunión?

Para recibir dignamente la Sagrada Comunión se requieren tres cosas: estar en gracia de Dios, saber y pensar en Quién se va a recubrir, estar en ayunas desde al menos un ahora (exceptuada el agua y las medicinas). Los ancianos y enfermos están dispensados del "ayuno eucarístico".

¿El que es consciente de estar en pecado mortal ¡puede comulgar después de haber hecho un acto de constricción con el propósito de confesarse más tarde?

Quien es consciente de estar en pecado mortal, aunque esté arrepentido, debe confesarse antes de recibir la Eucaristía, salvo casos excepcionales (grave motivo para acercarse a la comunión unido a la imposibilidad de confesarse).

¿Qué pecado comete el que recibe la Eucaristía en pecado mortal?

Quien recibe la Eucaristía en pecado mortal comete un grave sacrilegio, en cuanto que profana lo que allí hay de más sagrado en medio de nosotros, el cuerpo santísimo de Cristo.

El que está en pecado mortal, y por lo tanto no puede comulgar, ¿debe igualmente ir a Misa los días festivos?

La obligación de asistir a Misa los días festivos es distinta de la de comulgar. Quien no está en las condiciones de comulgar debe participar en la misa y posponer la comunión.

¿Cuándo es obligatoria la comunión?

La comunión es obligatoria cada año en el tiempo pascual, y además en peligro de muerte (viático). Quien no ha comulgado en el tiempo pascual debe hacerlo cuanto antes.

La Penitencia o la Confesión

¿Qué es el sacramento de la Penitencia?

El sacramento de la Penitencia, o Reconciliación, o Confesión, es el sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo para borrar los pecados cometidos después del Bautismo. Es, por consiguiente, el sacramento de nuestra curación espiritual, llamado también sacramento de la conversión, porque realiza sacramentalmente nuestro retorno a los brazos del padre después de que nos hemos alejado con el pecado.

¿Es posible obtener el perdón de los pecados mortales sin la confesión?

Después del Bautismo no es posible obtener el perdón de los pecados mortales sin la Confesión, aunque es posible anticipar el perdón con la contrición perfecta acompañada del propósito de confesarse.

¿Y si después uno de hecho no se confiesa?

Quien se comporta de esta manera comete una falta grave. Pues todos los pecados mortales cometidos después del bautismo deben ser acusados en la Confesión.

¿Qué se requiere para hacer una buena confesión?

Para hacer una buena confesión se necesita: hacer un cuidadoso examen de conciencia, tener dolos de los pecados cometidos y e3l firme propósito de no cometerlos más (contrición o atrición), decir los otros pecados al sacerdote (confesión), y cumplir la penitencia (satisfacción).

¿Qué es el examen de conciencia?

El examen de conciencia es la diligente búsqueda de los pecados cometidos después de la última Confesión bien hecha.

¿En el examen de conciencia es necesario buscar también el número de los pecados?

De los pecados graves o mortales se necesita buscar también el número, porque cada pecado mortal debe ser acusado en la confesión.

¿Qué es el dolor de los pecados?

El dolor de los pecados es el sincero pesar y la repulsa de los pecados cometidos.

¿De cuántos tipos es el dolor?

El dolor es de dos tipos: dolor perfecto (o contrición) y dolor imperfecto (o atrición).

¿Cuándo se tiene dolor perfecto o contrición?

Se tiene el dolor perfecto o contrición cuando se arrepiente de los propios pecados porque se ha ofendido ha Dios, infinitamente bueno y digno de ser amado: cuando el dolor nace del amor desinteresado a Dios, es decir, de la caridad.

¿Cuándo se tiene el dolor imperfecto o atrición?

Se tiene el dolor imperfecto o atrición cuando el arrepentimiento, en cuanto inspirado por la fe, tiene motivaciones menos nobles: por ejemplo, cuando nace de la consideración del desorden causado por el pecado, o por el temor de la condenación eterna (Infierno) y de las tras penas que el pecador puede recibir.

¿El dolor de los pecados obtiene de inmediato el perdón?

El dolor perfecto unido al propósito de confesarse obtiene inmediatamente el perdón; el dolor imperfecto lo obtiene, por el contrario, sólo en la confesión sacramental.

¿Es necesario arrepentirse de todos los pecados cometidos?

Para la validez de la confesión es suficiente arrepentirse de todos los pecados mortales, mas para el progreso espiritual es necesario arrepentirse también de los pecados veniales.

¿Un verdadero arrepentimiento requiere también el propósito de abandonar el pecado?

El arrepentimiento ciertamente mira hacia el pasado, pero implica necesariamente un empeño hacia el futuro con la firme voluntad de no cometer jamás el pecado.

¿Se puede tener un verdadero arrepentimiento si uno prevé que antes o después recaerá en el pecado?

La previsión del pecado futuro no impiden que se tenga el propósito sincero de no cometerlo más, porque el propósito depende sólo del conocimiento que nosotros tenemos de nuestra debilidad.

¿Qué es la confesión?

La confesión es la manifestación humilde y sincera de los propios pecados sal sacerdote confesor.

¿Qué pecados es obligatorio confesar?

Estamos obligados a confesar todos y cada uno de los pecados graves, o mortales, cometidos después de la última confesión bien hecha.

¿Cuáles son los pecados mortales más frecuentes?

Las faltas objetivamente mortales más frecuentes son (siguiendo el orden de los mandamientos): practicar de cualquier modo la magia; blasfemar; perder la Misa los domingos o en las fiestas de preceptos sin un grave motivo; tratar mal de manera grave a los propios padres o superiores; matar o herir gravemente a una persona inocente; procurar directamente el aborto; buscar el placer sexual es solitario o con otras personas que no sean el propio cónyuge; para los cónyuges, impedir la concepción en el acto conyugal; robar una suma revelante, incluso sustrayéndose en el trabajo; murmurar gravemente del prójimo o calumniarlo; cultivar vo9luntariamente pensamientos o deseos impuros; faltar gravemente el propio deber; no acercarse a la Sagrada Comunión en estado de pecado mortal; callar voluntariamente un pecado grave en la confesión.

¿Si uno olvida un pecado mortal obtiene igualmente el perdón en la confesión?

Si uno olvida un pecado mortal obtiene igualmente el perdón, pero en la confesión siguiente debe confesar el pecado olvidado.

¿Si uno calla voluntariamente un pecado mortal obtiene el perdón de los otros pecados?

Si uno, por vergüenza o por otros motivos, calla un pecado mortal, no sólo no obtiene ningún perdón, sino que comete un nuevo pecado de sacrilegio, el de profanación de una cosa sagrada.

¿Hay obligación de confesar los pecados veniales?

La co9nfesión de los pecados veniales no es necesaria, pero es muy útil para el progreso de la vida cristiana.

¿El confesor debe dar siempre la absolución?

El confesor debe dar siempre la absolución si el penitente está bien dispuesto, es decir, si está sinceramente arrepentido de todos sus pecados mortales. Si por el contrario, el penitente no está bien dispuesto, no teniendo el dolor o el propósito de enmienda, entonces el confesor no puede y no debe dar la absolución.

¿Qué debe hacer el penitente después de la absolución?

El penitente después de la absolución debe cumplir la penitencia que le ha sido impuesta y reparar los daños que sus pecados hubiesen eventualmente causado al prójimo /por ejemplo, debe restituir lo robado).

¿Cuáles son los efectos del sacramento de la Penitencia?

Son la reconciliación con Dios y con la Iglesia, la recuperación de la gracia santificante, el aumento de las fuerzas espirituales para caminar hacia la perfección, la paz y la serenidad de la conciencia con una vivísima consolación del espíritu.

¿Cómo se puede superar la dificultad que se siente para confesarse?

El que tiene dificultades para confesarse debe considerar que el sacramento de la Penitencia es un don maravillosos que el Señor nos ha dado. En el "tribunal" de la Penitencia el culpable jamás es condenado, sino sólo absuelto. Pues quien se confiesa no se encuentra con un simple hombre, sino con Jesús, el cual, presente en su ministro, como hizo un tiempo con el leproso del Evangelio (Mc 1, 40ss.) también hoy nos toca u nos cura; y, como hizo con la niña que yacía muerta nos toma de la mano repitiendo aquellas palabras: "¡Talita kumi, niña, a ti te digo, levántate!" (Mc 5, 41).

¿La confesión nos ayuda también en el camino de la virtud?

La confesión es un medio extraordinariamente eficaz para progresar en el camino de la perfección. En efecto, además de darnos la gracia "medicinal" propia del sacramento, nos hace ejercitar las virtudes fundamentales de nuestra vida cristiana. La humildad ante todo, que es la base de todo el edificio espiritual, después la fe en Jesús Salvador y en sus méritos infinitos, la esperanza del perdón y de la vida eterna, el amor hacia Dios y hacia el prójimo, la apertura de nuestro corazón a la reconciliación con quien nos ha ofendido. En fin, la sinceridad, la separación del pecado y el deseo sincero de progresar espiritualmente.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Los Sacramentos

En preparación para la Ordenación Sacerdotal de nuestro Asesor de Centro, Néstor Belmond, el sábado 24 de noviembre de 2.007; hoy empezamos a ver los distintos Sacramentos de la Iglesia Católica.

(1era Parte)

(de la página de ACI prensa –agencia católica de informaciones- )

Cuando Nuestro Señor Jesucristo se encontraba en este mundo comunicaba normalmente sus gracias espirituales y corporales a través del contacto físico de su persona, esto es, o con su viva voz o tocando con su mano, como cuando por ejemplo absolvió a la pecadora (Lc 7, 48) o sanó al leproso y al ciego de nacimiento (Mc 1, 41; Jn 9, 6).

Pero ahora que Jesús ha subido al cielo, ¿cómo podrá estar en contacto con nosotros y comunicarnos su gracia? Lo hace a través de los sacramentos de la Iglesia: en ellos está Él mismo que a través de la persona de su ministro también hoy nos toca, nos sana, nos alimenta y nos consuela.

Acercarse con fe a los sacramentos es encontrarse con Jesús resucitado y vivo, con Él que es nuestro único Salvador.

¿Qué son los sacramentos?

Los sacramentos son los signos e instrumentos de la gracia instituidos por Jesucristo para santificarnos.

¿La moral trata también de los sacramentos?

La moral trata también de los sacramentos en cuanto enseña el modo de recibirlos dignamente y con fruto. De hecho, la gracia que los sacramentos confieren es dada en proporción a las buenas disposiciones de quien los recibe.

¿Cuántos y cuáles son los sacramentos?

Los sacramentos son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden y Matrimonio.

¿Cuáles son los sacramentos de los que se ocupa sobre todo la moral?

Son la Eucaristía y la Penitencia, en cuanto estos dos sacramentos son recibidos con frecuencia y son los medios privilegiados para progresar en la vida cristiana. Sin embargo, también es necesario conocer algo del aspecto moral de los otros sacramentos.

El Bautismo

¿Qué es el Bautismo?

El Bautismo es el sacramento que nos hace nacer a la vida de la gracia y nos hace cristianos. Él nos confiere también una señal indeleble, llamada "carácter", que permite el poder recibir válidamente todos los otros sacramentos.

¿Cómo se confiere el bautismo?

El Bautismo se confiere normalmente derramando agua sobre la cabeza del bautizado y pronunciando las palabras: "N., yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". En algunas ocasiones también se realiza el bautismo por inmersión, que era el modo ordinario de la Iglesia primitiva: el catecúmeno es sumergido en la pila bautismal, mientras se pronuncian las palabras rituales.

¿Quién puede bautizar?

Normalmente quien bautiza es el sacerdote o el diácono. Sin embargo, en caso de necesidad, cualquiera, incluso un no cristiano, puede y debe bautizar, con tal que tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia. Estos Bautismos de urgencia se realizan sobre todo en el caso de niños en peligro de muerte.

¿Cuáles son las disposiciones requeridas para recibir el Bautismo?

Un adulto que recibe el bautismo debe tener la intención de recibir el sacramento, la fe y el arrepentimiento, al menos imperfecto, de los propios pecados.

Cuando son bautizados los niños, ¿quiénes son los principales responsables de su educación cristiana?

Son los padres. Ellos deben, con la palabra y con el ejemplo, contribuir al crecimiento espiritual de sus hijos. La Iglesia no concede el Bautismo sin la garantía de este compromiso, porque el Bautismo marca sólo el inicio de la vida cristiana, la cual por su naturaleza debe crecer y desarrollarse.

¿Cuál es el deber del padrino y de la madrina?

Es el de ayudar a los padres en su compromiso de educación cristiana.

La Confirmación

¿Qué es la Confirmación?

La confirmación es el sacramento, conferido por el Obispo o por su delegado, que nos hace perfectos cristianos, es decir, cristianos adultos en la fe u capaces de rendir público testimonio de Jesucristo, Nuestro Dios y Señor, muerto y resucitado por nuestra salvación. Es la fuerza del espíritu Santo, recibida en este sacramento, la que nos permite dar testimonio y difundir nuestra fe superando toda vergüenza o temor.

¿Cuáles son las disposiciones requeridas para recibir la confirmación?

Quien recibe la Confirmación, además de estar en gracia de Dios, debe conocer las principales verdades de la fe cristiana y acercarse al sacramento con devoción.

¿Cuál es el deber del padrino o madrina de la Confirmación?

El padrino, o madrina, de la Confirmación debe, con la palabra y con el ejemplo, instruir y ayudar al confirmando en el compromiso de la vida cristiana. Para subrayar la unidad con el Bautismo es bueno que el padrino o la madrina de la Confirmación sean los mismos del bautismo.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Mallin 301 de chicos

A fines de noviembre, principio de diciembre (28-29-30-01), se hará el mallín 301 de chicos en la ciudad de Avellaneda, provincia de Santa Fe.

De nuestro centro participan 2 chicos, Cristian Bruning y Tito (Edgardo) Rojas. Además de ellos, irán chicos de Avellanada, de Reconquista y de Corrientes.

Esperamos que manden sus chispas y se unan a la cadena de oración, cualquier decisión comunicarla a yeyicabrera@hotmail.com

Mallinistas, no se olviden de la estrofa de la canción mallinista que dice:

“El fuego que tu encendiste

con tanto gozo en tu pecho joven,

nació de una chispa ardiente

que otro ofreciera por tu mallín.

No falte entonces tu chispa,

ni tu mensaje por tus hermanos,

que esperan para su entrega

el fraterno apoyo junto al Señor”

¡¡¡Es necesario seguir siendo fuego,

el movimiento necesita de vos!!!

lunes, 12 de noviembre de 2007

¿Qué son las sectas? ¿Cuáles son las causas que le dieron origen?

Por Luis de Moya - Tomado de www.unav.es

1. ¿Qué es una secta?:

El valor negativo de la palabra “secta” explica los intentos por sustituirla por otras denominaciones asépticas; “nuevos movimientos religiosos”, “nuevas formas de religión”, “nuevas religiones”, “religiones marginales”, “alternativas'”, etc. Pero ¿conviene el calificativo “nuevo'” a las sectas de los s. XVIII-XIX y anteriores?

Etimológicamente, la palabra española “secta”, en latín, era el femenino del participio del verbo “seco, secare”: cortar, desprender. Designa la entidad separada de otra realidad mayor y más antigua como la rama desgajada de un árbol.

Realmente, por su definición descriptiva o sus rasgos definitorios, 'secta es un grupo autónomo, no cristiano, fanáticamente proselitista, exaltador del esfuerzo personal y expectante de un inminente cambio maravilloso, ya colectivo, ya individual'.

a) Grupo autónomo: En la Iglesia católica, nadie es autónomo. Las diócesis, los vicariatos, las prelaturas, las órdenes y congregaciones tienen que rendir cuentas a la correspondiente Congregación Vaticana. En cambio, los directores de los testigos de Jehová, de los mormones, etc., pueden introducir cualquier innovación tanto disciplinar como doctrinal, incluso en contra de lo dictaminado por sus fundadores.

b) No cristiano: por tres motivos:

1) Porque no creen en la Santísima Trinidad ni en la divinidad de Jesús de Nazaret y no aceptan el bautismo.

2) Además, los cristianos creemos que la Revelación divina terminó con la muerte del último Apóstol. Las sectas de origen e impronta cristiana creen que la Revelación divina sigue abierta hasta su fundador e incluso indefinidamente, hasta el director actual. Por ejemplo:

Hasta 1940 los Testigos de Jehová aceptaban e incluso alababan las transfusiones de sangre, prohibidas desde 1945, de tal modo que más de uno ha muerto por rechazarlas. Hoy mismo podrían ser admitidas de nuevo.

Los Mormones celebraban la 'Cena' con pan y vino como instituyó Jesucristo para la Sagrada Eucaristía y como se describe en el Libro del Mormón, pero se hicieron abstemios y la 'Cena' es ahora con pan y con agua.

En las regiones tradicionalmente cristianas, las sectas tienden a presentarse como cristianas por motivos de estrategia proselitista, por ejemplo: los Testigos cristianos de Jehova o el Movimiento gnóstico cristiano universal.

3) Las sectas marginan la Biblia. Incluso las de origen cristiano parecen usarla, pero de hecho la manipulan, pues suelen atribuir un valor y credibilidad superiores a los escritos de su fundador, cuya autoridad prevalece sobre la de la Biblia en caso de colisión (cfr. Conc. Vaticano II, Const. Dei Verbum, n 1,1).

c) Fáticamente proselitista: como es sabido. Pero no es malo el proselitismo, el afán apostólico, sino el fanatismo proselitista o el proselitismo fanático. 'La Iglesia propone, no impone nada, respeta a las personas y las culturas; se detiene ante el sagrario de la conciencia' (Juan Pablo II, Redemptoris missio, 39 y 8). Las sectas tratan de 'imponer' de manera descarada y, a veces, tambien camuflada. El laicismo -por otra parte- pretende relegar lo religioso al foro de la conciencia y al interior de los templos y sacristías.

d) Exaltador del esfuerzo personal: en las sectas, todo es -en general- obra del esfuerzo de los adeptos, de su concentración, con la ayuda de los integrantes del grupo. Esta exaltación del esfuerzo personal resalta en los metodos llamados del potencial humano, que o son secta o están de ordinario vinculados a una secta: yoga (sectas hindúes), zen (sectas budistas), la meditación trascendental, etc.

e) Expectante de un inminente cambio maravilloso, ya colectivo, ya individual: el cambio colectivo o que afecta a la humanidad puede ser bucólico, utópico; como el 'Nuevo orden' de la masonería, por ejemplo; o catastrófico, como una guerra nuclear, el final de cada ciclo cósmico (sectas hindúes, budistas) y, más frecuentemente, el apocalíptico fin del mundo: Testigos de Jehová (1914, 1925, 1975; ahora empiezan a situarlo en torno al año 2.000), Adventistas del 7º día (1843; el 21 de marzo, el 18 de abril y el 22 de octubre de 1884), los Niños de Dios, ahora llamados La Familia, (1993), Misión Rama (entre 1975 y el año 2.000), Edelweis (1992), Iglesia Universal de Dios (1936, 1947, 1972, 1975), etc. El cambio maravilloso individual suele ser la aspiración de las sectas catalogadas como 'desacralizadas, esotéricas, etc.': Masonería, Nueva Acrópolis, Nueva Era, Teosofía, Gnosticismo, etc. La transformación del 'hombre' en 'superhombre' es el objetivo expreso de algunas sectas, como Nueva Acrópolis. Aparte de sus deficiencias doctrinales, su peligrosidad básica radica en que, como cada uno debe actuar de acuerdo con su conciencia, quien se cree 'superhombre' no puede no mirar con conmiseración a los simples 'hombres', a los cuales forzará a aceptar sus deseos de superdotado, de grado o por fuerza.

miércoles, 7 de noviembre de 2007


Diplomado en Cristo

Autor: Padre Juan Manuel del Río C.Ss.R.

Correo: delriolerga@yahoo.es

“Expresar imposible sería lo que va por dentro, lo que el alma siente”.

Hay momentos y vivencias que se quedan grabados para toda la vida en el sentimiento y en el corazón. ¿Cómo no recordar, por ejemplo, la Casa del Peregrino, que así se llama el hermoso lugar y casa donde se dan los Cursillos de Cristiandad, en Guatemala?

Quien conoce Guatemala, sabe que es un país de ensueño. Lo llaman el País de la Eterna Primavera. Y bien, en uno de tantos Cursillos de Cristiandad celebrados en la Casa del Peregrino, recuerdo, y debo confesar que me emocioné, cuando aquel indígena de raza quiché, al invitarle en la clausura a dar una vivencia personal de su experiencia en el Cursillo, se levanta. Tranquilo él. Pausado él. Sonriente él. Rostro enjuto, y moreno de sol y trabajo. Cordial. Nos mira a todos con gesto de infinita fraternidad, y dice:

Soy un hombre sin estudios. Apenas fui a la escuela. Mis tatas eran pobres y yo tuve que ir, desde muy niño, a trabajar en la milpa. Por consiguiente, a mí nunca me han dado un diploma. Pero he venido al Cursillo y, de esta Escuela, salgo diplomado en Cristo.

El aplauso fue cerrado, largo. Era un modo de dar salida a la emoción que a todos nos embargó.

¡Madre mía! No se puede decir y expresar más teología en tan pocas palabras. ¡Diplomado en Cristo! Lo que en los libros ocupa cientos de páginas, aquel sencillo hombre de Dios lo expresó en una frase. Cuánta teología expresaron sus palabras. Y sobre todo, cuánta vida.

Fue el testimonio del alma limpia de aquel indígena guatemalteco. Su porte, su compostura, fue como un poema hecho de tierra y esperanza.

Aquella noche cantamos con más entusiasmo que nunca:

“¡Qué lindos son los Cursillos, bien haya quien los fundó”!

Y aquella noche hubo resonancias de ecos más profundos. Cuando los dirigentes fuimos a la capilla a dar las buenas noches a Cristo y despedirnos, me sentí feliz de ser sacerdote. De poder compartir la experiencia de Dios con gente que tiene el alma llena de luz. Me quité el crucifijo que llevaba al pecho, el mismo que nos entregan en el Cursillo, y lo deposité sobre el altar. Para qué lo quería. Esa noche sentí que llevaba sobre mi conciencia sacerdotal, no un crucifijo, sino un cristo mejor. Un cristo de cara morena, hecho a la par de la tierra y el maíz. Un cristo, indígena él, de raza quiché, diplomado en Cristo.

Gracias por el día que estreno

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB


Hola Jesús,

Tengo suerte, Señor, en saludarte esta mañana. El día ha amanecido fulgurante de luz por toda la amplitud de mi mirada joven. Tengo una dicha inmensa por haberte conocido dentro de una familia, modélica en su trabajo y en permanente diálogo conmigo. No me atosigan con "rollos" ni me comen el coco. Me han inculcado paulatinamente el recto uso de mi responsabilidad personal. Soy yo el que tiene que forjarse un proyecto de vida consistente y que abarque todas las facetas de mi persona joven.

Me educan en la libertad liberadora. Esta fue algo esencial en tu mensaje desde la creación. Ya sabes que me encanta la libertad bien empleada. Podría estar sumido en libertinajes. Sí, de esta forma andan algunos amigos de mi pandilla. No los veo más felices que yo. Me hablan de sus familias con cierto aire de desencanto. "Son unos carrozas". "Mis viejos no me dan todo el dinero que necesito". "Tengo ganas de independizarme, pero el maldito dinero y las pocas ganas de trabajar me tienen apegado a casa, la fonda en la que encuentro comida y alojamiento". Todas estas afirmaciones en sus labios me causan pena y tristeza. No tienen norte y hasta han perdido el sentido de la vida.

Esta tiene más sentido para mí, además del que me da mi buena familia, desde que te conocí a fondo un buen día haciendo un “stop” en mi vida. Alguien realmente amigo me indicó que fuera a verte a una colina de Francia, llamada Taizé. Fue en aquel silencio y plegaria en donde mi ser entero de joven sintió que debería transformarme y cambiar mi propia existencia y la de quienes me circundan. Por eso siento la vida de mi pandilla, alejada de ti y de los valores que dan consistencia a nuestra persona. Porque, Señor, en el fondo, tú los conoces y sabes que son buenos. Lo que les ocurre es que te tienen aparcado.

Gracias a mis padres, conscientes de la realidad de este mundo, voy caminando por esta fascinante aventura de la vida. No sufro los hachazos de desesperación ni la horrible confusión que existe a mi derredor. Me considero un ser afortunado. Los padres, hoy, tienen un papel difícil y, a la vez, sumamente interesante: dar vida a sus hijos cuando son jóvenes. Hay padres que, justo a esta edad, los dejan abandonados a sus caprichos y deseos poco humanizantes. Les falta el diálogo y “perder” más tiempo con ellos. A veces les dan muchas cosas pero no a sí mismos.

Noto, Señor, que mucha gente joven y sus padres no tienen otra misión en la vida que el consumo y la adquisición de cosas. Todo es montárselo bien a costa de los valores familiares. No dialogan, cada uno va a su rollo. Y así llegan lentamente a caer en el pozo de la frustración y del vacío. ”¿De qué nos vale tener todas las cosas del mundo si perdemos nuestra alma”, nuestra identidad personal y la vida familiar?

Tú dices que todo lo que no sea una vida centrada en tu Evangelio es como “ paja que arrebata el viento”. Y es verdad. ¡Cuántos ejemplos conoces tú mejor que yo de gente flotando a la deriva de los vientos placenteros de la competencia, entendida como sobresalir por encima de los otros para humillarlos y tenerlos en poca consideración! Hoy, el valor por excelencia es la “plata”, la “ guita”.

Me imagino que sufrirás en tu corazón todas estas enfermedades del joven moderno y de muchos padres. Ante esta situación de mi mundo actual, me cuesta mucho mantenerme adherido a ti como roca fuerte. Pero, te repito, mis padres y algunos educadores han ejercido en mí una influencia bienhechora. Me han dado seguridad en mi personalidad. Cuesta mucho en nuestros días conservarse vivo y alejado del vendaval de ser etiquetado como un artículo de los grandes almacenes.

Por eso, Señor, esta mañana clara y diáfana levanto mi alma hacia ti para darte las gracias por el día que estreno. Quiero sentirme hoy como una persona nueva. Quiero , en este día concreto, ser agua y tierra humedecida para todo el que encuentre a mi lado.

No quiero pasar un día más, marchito entre superficialidades que no conducen a nada elegante.

Dame, Jesús, fuerzas y gracia para hacer de este día un ramillete de buenas obras para mi riqueza personal, para darle gracias a mis padres, para dar testimonio a mi pandilla de que toda mi alegría proviene de ti, autor de la vida que vivo y estreno hoy.

Tu amigo Manolo, 18 años


viernes, 2 de noviembre de 2007



Es bueno encomendarnos
a la protección

de mamá María
Por eso, acá les dejamos el rezo
del Santo Rosario

Fuente: www.proyectovocacional.com

Autor: Diócesis de Santander (España)


MODO DE REZAR EL ROSARIO

+ Comenzar con:

Dios mío, ven en mi auxilio.

Señor, date prisa en socorrerme, o recitar el Credo.


+ Enunciado del misterio correspondiente para centrar la atención.

+ Escucha de la Palabra de Dios relativa al misterio.

+ Dejar hablar a Dios.

+ Silencio meditativo.

+ El Padrenuestro. El ánimo se eleva al Padre.

+ Las diez Ave María. La admiración ante la obra maestra de Dios, la encarnación de su Hijo en el seno de la Virgen, se convierte en alabanza, invocación del único que salva, Jesús, y se continúa en súplica confiada.

+ El Gloria, culmen de la contemplación cristiana es la alabanza a la Santa Trinidad.

+ Oración final después de cada misterio dirigida a alcanzar los frutos específicos de la meditación del misterio.

+ Oración por las intenciones del Papa.

+ Rezar el Salve

+Las cuentas que estan antes de la Cruz son para rezar el Angelus

+Empezar con un Padrenuestro

+ 1er cuenta: Recitar: "El ángel del Señor anunció a María"
Responder: "Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo"
Rezar un Ave María

+ 2da cuenta: Recitar: "He aquí la esclava del Señor"
Responder: "Hágase en mi según tu palabra"
Rezar un Ave María

+ 3er cuenta: Recitar: "El Verbo se hizo Hombre"
Responder: "Y habitó entre nosotros"
Rezar un Ave María

Finalizar con el rezo de las letanías lauretanas.

INSTRUMENTO PARA REZAR EL ROSARIO
Es el rosario de cuentas, cuyo centro es el Crucifijo: “Todo parte de Él, todo tiende a Él, todo a través de Él, en el Espíritu Santo, llega al Padre” (Juan Pablo II).

Las cuentas del rosario evocan una “cadena” que nos une a Dios, que nos sintoniza con María, la esclava del Señor, y con Cristo, el que se hizo siervo por amor; y que expresa nuestra comunión y fraternidad con Cristo.
  MISTERIOS GOZOSOS  (lunes y sábado)

1. La Encarnación del Hijo de Dios

“Alégrate, María:... Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús”.
“Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 26-38; Jn 1, 14).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Dios todopoderoso, que, según lo anunciaste por el ángel, has querido que tu Hijo se encarnara
en el seno de María, la Virgen; escucha nuestras súplicas y haz que sintamos la protección de María
los que la proclamamos Madre de Dios. Por Jesucristo...

2. La Visitación de María a su prima Isabel.

“Quién soy yo para que me visite la Madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, saltó de alegría
la criatura en mi vientre” (Lc 1, 39-56).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Oh Dios, Salvador de los hombres, que por medio de la Virgen María, Arca de la nueva alianza,
llevaste la salvación y el gozo a la casa de Isabel; concédenos ser dóciles a los hermanos y proclamar
tu grandeza con nuestras alabanzas y la santidad de nuestras costumbres. Por Jesucristo...

3. El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén.

“No temáis; os traigo una buena noticia, una gran alegría, que lo será para todo el pueblo:
Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor” (Lc 2, 22-28).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Oh Dios, que enviaste a tu Hijo, Palabra de salvación y Pan de vida, desde el cielo al seno de María;
concédenos recibir a Cristo como ella, conservando sus palabras en el corazón y celebrando con fe
sus misterios. Por Jesucristo...

4. La Presentación del Niño Jesús en el Templo.

“Sus padres llevaron a Jesús a Jerusalén ara presentarle en el templo del Señor”(Lc 2, 22-28).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Te pedimos, Señor, que la Iglesia virgen guarde íntegra la nueva alianza del amor,
e imitando la humildad de tu esclava, que te presentó en el templo al Autor de la nueva ley,
conserve sin mancha la fe, fortalezca la esperanza en el cielo y alimente una caridad intensa.
Por Jesucristo...

5. El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.

“Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.
Él les dijo: Y ¿por qué me buscabais?
¿No sabíais que debo estar en la casa de mi Padre” (Lc 2, 41-52).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Oh Dios y Padre nuestro, cuyo Hijo vino a cumplir Tu voluntad de reunir a los hombres
dispersos en torno a la mesa de la fraternidad; concédenos, imitando a María y a José, cumplir
fielmente tu voluntad y entregarnos totalmente a nuestros hermanos los hombres.
Por Jesucristo...

MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)

1. La Oración del Señor en el Huerto de los Olivos.

“Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz. Pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
(Lc 22, 39-46; Mt 26, 36-46; Mc 14, 32-42).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Padre, por el Espíritu Santo, abre nuestra voluntad a la tuya, para que tengamos la fuerza
de vigilar y de orar con Jesús en su combate contra el mal, y la participación en sus sufrimientos
nos haga experimentar la fuerza de su resurrección. Por Jesucristo...

2. La flagelación del Señor.

“Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar” (Mc 15, 6-15; Mt 27, 15-26;
Lc 23, 13-25; Jn 18, 39-19, 16).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Padre, tú has creado al hombre a tu imagen y semejanza. En Jesús nos revelas
tu imagen perfecta. Que tu Espíritu Santo haga nuestra vida cada vez más
conforme a la de tu Hijo, y nos enseñe a reconocer su rostro reflejado
en los rostros torturados y humillados de este mundo. Por Jesucristo...

3. La Coronación de espinas

“Y salió fuera, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura”
(Jn 19, 2—3; Mt 27, 27-31; Mc 15, 16-20).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Rey de reyes, soberano del “reino en nosotros”. Perdónanos y restaura
en nosotros el espíritu de verdaderos ciudadanos de tu reino; renueva en nosotros
el espíritu de fidelidad, obediencia y entrega, signos de pertenencia a tu reino de paz,
concordia y justicia. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

4. Jesús con la Cruz a cuestas, camino del Calvario.

“Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado la Calavera,
que en hebreo se dice Gólgota”. (Jn 19, 17-27; Mt 27, 32-44; Mc 15, 20-22; Lc 23, 26-43).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Señor Jesús, te has dejado conducir fuera de la ciudad. Concédenos la gracia de no
avergonzarnos de seguirte hasta allá y de unirnos a todos aquellos que son despreciados
y excluidos de nuestro mundo. Tú estás presente en medio de ellos de manera privilegiada.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

5. Jesús muere en la Cruz

“Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
Y dicho esto, expiró”. (Lc 23, 44-49; Mt 27, 45-56; Mc 15, 33-41; Jn 19, 28-30).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de
tu Hijo, muerto en la cruz; concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra
este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo...
  MISTERIOS GLORIOSOS   (miércoles y domingo)

1. La Resurrección del Señor

“No temáis; ya sé que buscáis a Jesús, el cricificado. No está aquí. HA RESUCITADO,
como había dicho” (Mt 28, 1-10; Mc 16, 1-7; Lc 24, 1-6; Jn 20, 1-10; Mt 28, 1-10).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor, has llenado el mundo de alegría;
concédenos, por intercesión de su Madre, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por Jesucristo...

2. La Ascensión del Señor

“Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios”.
“Sabed que yo estoy con vosotros, todos los días, hasta el fin del mundo”
(Lc 24, 45-53; Mt 28, 16-20; Mc 16, 14-20; Hch 1, 6-11).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Concédenos, Dios todopoderoso, exultar de gozo y darte gracias, porque la ascensión
de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y donde nos ha precedido él, que es nuestra
cabeza, esperamos llegar también nosotros como miembros de su cuerpo. Por Jesucristo...

3. La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles

“Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así os envío yo. Y dicho esto, exhaló su aliento
sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Hch 1, 12-14; 2, 1-5; Jn 20, 19-23).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Señor Dios nuestro, que colmaste de los dones del Espíritu Santo a la Virgen María en oración
con los apóstoles; concédenos, por su intercesión, perseverar en la oración en común, llenos
del mismo Espíritu, y llevar a nuestros hermanos el Evangelio de la salvación. Por Jesucristo...

4. La Asunción de María a los Cielos

“Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí” (I Cor 15, 20-25; Ef 2, 4-7).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Oh Dios, por tu poder y tu bondad la Virgen María, fruto excelso de la Redención, brilla
como imagen purísima de la Iglesia. Concede a este pueblo tuyo que peregrina en la tierra,
que, fijos los ojos en ella, siga fielmente a Cristo hasta que llegue a aquella plenitud de gloria
que ya contempla con gozo en Santa María. Por Jesucristo...

5. La Coronación de María como Reina y Señora del universo

“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava” (Apoc 12, 1-17; II Tim 2, 11-13).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Dios todopoderoso y eterno, que nos has dado a María Virgen como Madre y como Reina
de tu Unigénito; concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus
hijos en el reino de los cielos. Por Jesucristo...
  MISTERIOS LUMINOSOS O DE LA LUZ   (jueves)

1. El Bautismo del Señor.

“Este es mi Hijo, el amado, el predilecto” (Mt 3, 13-17; Mc 1, 7-11; Lc 3, 21-23).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Dios todopoderoso y eterno, que en el bautismo de Cristo en el Jordán, quisiste revelar
solemnemente que Él era tu Hijo amado enviándole tu Espíritu Santo; concede a tus hijos
de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, la perseverancia continua en el
cumplimiento de tu voluntad. Por Jesucristo...

2. La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.

“Haced lo que Él os diga” o “Tú has guardado el vino bueno hasta ahora” (Jn 2, 1-11).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Señor, Padre Santo, que quisiste por disposición admirable, que la bienaventurada Virgen María,
estuviese presente en los misterios de nuestra salvación; concédenos, atendiendo a las palabras
de la Madre de Cristo, hacer aquello que tu Hijo nos ha mandado en el Evangelio. Por Jesucristo...

3. Jesús ANUNCIA la llegada del Reino y llama a la conversión.

“Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”
(Mt 4, 12-23; Mc 1, 14-20; Lc 4, 14-21).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Señor, Dios nuestro, que en la bienaventurada Virgen María nos das el modelo de discípulo fiel
que cumple tu palabra; abre nuestros corazones para escuchar el mensaje de salvación que, en
virtud del Espíritu Santo, ha de resonar diariamente en nosotros y producir fruto abundante. Por Jesucristo...

4. La Transfiguración del Señor.

“Este es mi Hijo amado, escuchadlo” (Mt 17, 1-9; Mac 9, 2-10; Lc 9, 28b-36).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Señor, Padre Santo, tú que has mandado escuchar a tu Hijo, el predilecto, alimenta nuestro
espíritu con tu palabra; así, con mirada limpia, contemplaremos gozosos la gloria de tu rostro.
Por Jesucristo...

5. La Institución de la Eucaristía

“Tomad y comed, esto es mi cuerpo... Tomad y bebed, ésta es mi sangre... Haced esto en memoria mía”.
“Os doy un mandato nuevo: que os améis como Yo os he amado”.
(Jn 13, 1-2; I Cor 11, 23-26; Mt 26, 26-30; Mc 14, 22-26; Lc 22, 15-20).

Silencio, Padrenuestro, diez Ave María y Gloria.

Oración:
Oh Dios, tu Hijo en aquella memorable cena, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia
el banquete de su amor, el sacrificio nuevo de la Alianza eterna; te pedimos que la celebración de
la eucaristía nos lleve a alcanzar plenitud de amor y de vida. Por Jesucristo...

LETANÍAS A NUESTRA SEÑORA

Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. R. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad. R. Señor, ten piedad.

Cristo, óyenos. R. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. R. Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial... R. Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo Redentor del mundo... R. Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo... R. Ten misericordia de nosotros.

Trinidad Santa, un solo Dios... R. Ten misericordia de nosotros.

Santa María... R. Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios...
Santa Virgen de las vírgenes...

Madre de Cristo...
Madre de la divina gracia...
Madre purísima...
Madre castísima...
Madre intacta...
Madre incorrupta...
Madre inmaculada...
Madre amable...
Madre admirable...
Madre del Buen Consejo...
Madre del Creador...
Madre del Salvador...
Madre de la Iglesia...

Virgen prudentísima...
Virgen digna de veneración...
Virgen digna de alabanza...
Virgen poderosa,,,
Virgen clemente...
Virgen fiel...

Espejo de justicia...
Trono de la sabiduría...
Causa de nuestra alegría...
Vaso espiritual...
Vaso honorable...
Vaso de insigne devoción...
Rosa mística...
Torre de David...
Torre de marfil...
Casa de oro...
Arca de la nueva alianza...
Puerta del cielo...
Estrella de la mañana...
Salud de los enfermos...
Refugio de los pecadores...
Consoladora de los afligidos...
Auxilio de los cristianos...

Reina de los Ángeles...
Reina de los Patriarcas...
Reina de los Profetas...
Reina de los Apóstoles...
Reina de los Mártires...
Reina de los Confesores...
Reina de las Vírgenes...
Reina de todos los Santos...
Reina concebida sin pecado original...
Reina asunta al cielo...
Reina del Santísimo Rosario...
Reina de la familia...
Reina de la Paz...

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo... R. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo... R. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo... R. Ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN:
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud
de alma y cuerpo, y, por la intercesión de Santa María Virgen, líbranos de
las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por nuestro
Señor Jesucristo.
R. Amén.

jueves, 1 de noviembre de 2007



¿Qué es el Mallín?

Mallín es un Movimiento Nacional, destinado a los adolescentes y jóvenes principalmente, pero que apunta también a los adultos y niños, cuyo fin es la formación humana y cristiana de sus integrantes. Se insiste mucho en la idea de comunidad y se cultiva una fuerte conciencia de ser Iglesia. El grupo pasa a ser de esta manera, el lugar donde se desenvuelve la amistad y el compartir corresponsablemente las actividades, el juego, la oración y el apostolado.
Su base es la espiritualidad juvenil salesiana, presentada bajo diversos elementos importantes que caracterizan la vivencia en el movimiento: la Palabra de Dios, la Eucaristía, el amor a María (Madre de la Sonrisa), las tres “D” (Dios, Darse y Distinción), el servicio al hermano que sufre, el vivir en la alegría, etc.
La participación de sus integrantes se da “por contagio”, es decir que los primeros que vienen, convocan a otro amigo o amiga, ya sea del colegio, del barrio o del club.
El mallinista comienza a ser tal una vez que realizó la experiencia. Es decir, después de la vivencia del mallín, que es básicamente un retiro espiritual de cuatro días.
El movimiento en su interior se estructura de la siguiente manera: el asesor local de cada centro, el equipo coordinador y delegados de comunidades, y las comunidades de los adolescentes mallinistas divididos por edades principalmente.

Así, tenemos:

* el mallín semillita (de 5 a 10 años)

* el mallín alegría (de 11 y 12 años)

* el mallín amistad (de 13 y 14 años. Éstos ya realizan una vivencia de tres días para entrar al movimiento más fuertemente)

* el mallín estilo (de 15 a 17 años. Éste es el corazón del movimiento, y la vivencia de este mallín es de cuatro días)

* el mallín testimonio (son los mallinistas que hicieron el Estilo y ahora son universitarios)

* el mallín Caná (son los matrimonios jóvenes de mallinistas)

* el mallín vida (son los padres de mallinistas).

* Los mallinistas chispita (son los que por algún motivo no pueden ir a las reuniones, pero siempre colaboran y rezan por el movimiento)