Tomá nota:
Ingredientes necesarios:
-6 cucharadas o 90 ml de alcohol etílico (etanol al 72%) (se consigue en cualquier farmacia)
-3/4 de cucharadita de carbopol (a la venta en droguerías)
-1/4 de cucharadita de glicerina pura (se consigue en cualquier farmacia)
-1/4 de cucharadita de trietanolamina (a la venta en droguerías)
Utensilios:
-Tazón de vidrio con capacidad de 1 litro
-Colador de malla fina
-Flanera o recipiente chico de vidrio
-Batidor de alambre
-Envase de plástico con tapa a presión con capacidad de 100 ml.
Paso a paso:
Colocar el colador de malla fina sobre una flanera o recipiente chico de vidrio, verter el carbopol sobre el colador y deshacer los grumos con ayuda de una cucharita a fin de pulverizarlo completamente.
Verter el alcohol en el tazón y batir con fuerza mientras poco a poco se va agregando el carbopol pulverizado.
Agregar la glicerina mientras se bate con suavidad.
Cuando se haya disuelto por completo el carbopol y no se aprecien grumos, agregar la trietanolamina, mientras se continúa agitando suavemente. En ese momento se formará el gel.
Una vez listo, verter el alcohol en gel en la botella de plástico y tapar.
Cómo usarlo:
El alcohol en gel no reemplaza el lavado de manos. Lo idea es primero utilizar agua y jabón, frotando bien. Enseguida enjuaga, secar bien y aplicar el gel.
Si estás en la calle y no podés lavarte las manos, aplicalo sobre una palma y luego frotá cubriendo ambas palmas y los dedos. Dejá que se seque sin agitar las manos ni secarlas con nada.
Por supuesto, hay que repetir esta operación varias veces al día.
Para la conservación del gel antibacterial, la Profeco recomienda mantenerlo en un lugar fresco y seco, de modo de evitar la evaporación del alcohol que es el ingrediente germicida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario